A pocos minutos de nuestra partida, vimos a varias tortugas cruzar por en frente de nosotros.
Este día comenzó de manera atípica porque fue la primera vez que bajaríamos en una isla pero con ?gente?. Santa Cruz, que es la segunda en tamaño por detrás de la Isla Isabela, es un volcán durmiente que tuvo su ultima erupción hace millones de años y hoy tiene una población estable de unas 12,000 personas.
Desembarcamos en el Puerto Ayora y nos encontramos con un simpático lobo marino durmiendo plácidamente en uno de los bancos. El micro nos estaba esperando para llevarnos a la región alta de la isla en donde hay una gran cantidad de tortugas Galápagos, ?de caparazón?, que tienen patas y cuellos cortos para poder subir a la región alta y comer en la época seca, aunque anidan en la región baja.
No te pierdas: la fotogalería del sexto día.
Después, cuando nos subimos al micro y comenzó su marcha, la pregunta era: ?¿y cómo llegan las tortugas hasta ahí? La respuesta fue: ?muy simple, las tortugas pasan por todo tipo de terrenos, haciendas, casas, pueblos y carreteras para llegar?.
Por la tarde visitamos el Charles Darwin Research Station, en donde pudimos entender, aún mas, el alcance de todos las investigaciones para ayudar a los animales que habitan en el archipiélago y sus ecosistemas.
Esta estación, además de científica, es educacional y realiza un gran aporte a la divulgación de los resultados que obtienen. Esto genera un mayor acercamiento de la gente a sus proyectos. La conservación del medio ambiente y de la biodiversidad del archipiélago es el resultado del trabajo de muchos colaboradores. Ojalá que todo esto siga de la misma manera por muchos siglos más.
Uno de sus recintos alberga otro tipo de tortugas llamadas ?de montura?. Galápagos era un tipo de montura de caballo que había en España, por lo que cuando sus primeros colonizadores desembarcaron en las islas y las vieron, las denominaron de esa manera.
Estas últimas, y a diferencia de las anteriores de las zonas altas, tienen patas y cuellos largos para alcanzar las hojas secas de los árboles. Hoy en día, todas las tortugas gigantes se llaman Galápagos.
Ya con el sol cayendo sobre nuestras espaldas llegamos al puerto y nos embarcamos nuevamente en el ?Evolution?, fuimos invitados al bar en donde tuvimos el placer de escuchar y ver bailar a un grupo de música local.
Colores llamativos en los trajes de las bailarinas y ritmos bien simples pero a su vez pegadizos, fue el común denominador de este show que indujo a la tripulación del barco, los guías, el capitán y los turistas a aprender los ritmos locales y sus bailes. En definitiva, todos terminamos bailando y tarareando las letras de sus canciones.
Otro largo pero interesante día culminaba no sin antes volver a mi camarote después de la cena a continuar con todo lo relacionado a la fotografía y preparación de los equipos para el próximo día.
Hasta aquí estaba muy contento con el resultado de las experiencias, observaciones, y fotografías, pero algo me molestaba porque sabía que solo me quedaban dos días más.
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