Con apenas 920 habitantes, en Oymyakon las mañanas amanecen a -50ºC casi todos los días de invierno. Así es la vida en el pueblo más frío del mundo.
En Oymyakon, ni siquiera los rayos del Sol a medio día son suficientes para calentar a las personas en invierno. Al este de Siberia, la región más fría de todo Rusia, las bajas temperaturas típicas de este poblado llegan a congelar las lágrimas y pestañas de sus habitantes.
«Todo lo que no esté cubierto«, explica la Oficina de Turismo local, corre peligro de quedar cubierto de hielo. Esto también incluye a los animales y a las personas que, si no observan las medidas básicas de seguridad en invierno, pueden morir de frío en poco tiempo.
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En el corazón congelado de Siberia
Durante los meses más crudos de invierno, los habitantes de Oymyakon deben de tener cuidado hasta con el papel de baño. De no mantener sus hogares a una temperatura adecuada, incluso estos suministros básicos de higiene quedan completamente congelados, según reportan los habitantes.
Para evitar que los motores de los coches queden inservibles, los habitantes tuvieron que adaptar espacios con calefacción especial. Esto es así porque, al llegar a los -20ºC, el corazón de los vehículos se detiene. Por ello, deben de resguardarse en un entorno controlado artificialmente, así como los electrodomésticos y otras herramientas de uso diario.
Aún a pesar de los climas extremos, Oymyakon atrae un volumen considerable de turismo a esta región helada de Rusia. En los alrededores, donde típicamente irían los camposantos en cualquier otro lado del país, los pobladores no pueden cavar tumbas, porque el suelo ha quedado macizo por el hielo:
«Si alguien fallece, primero tienen que hacer hogueras para poder derretir el hielo antes de meter el pico y la pala», explica Gloria Rodríguez-Piña, corresponsal internacional de Verne.
A lo largo de 5 meses, los pobladores de esta ciudad en Siberia sólo tienen luz solar durante 6 horas al día. Según los registros de The Weather Channel, el peor invierno se vivió en 1924, con un récord de -72ºC. En verano, sin embargo, las temperaturas pueden elevarse hasta los 34ºC.
Un pueblo minero en Siberia
Los habitantes de Oymyakon se sostienen, en su amplia mayoría, de la minería de oro y antimonio. Como un bien escaso a nivel mundial, gran parte de la economía de los pueblos aledaños está basada en la extracción de este metal raro, utilizado para la creación de energías renovables.
A inicios del siglo XX, esta región de Siberia seguía habitada principalmente por nómadas. Para terminar con esta dinámica, la Unión Soviética optó por anclar a los grupos humanos presentes ahí con este tipo de actividades económicas. Por lo cual, de ser grupos de cazadores montados en renos, los pobladores se convirtieron en mineros.
Incluso a pesar de la crisis climática global, Oymyakon ostenta el título del pueblo más frío de todo el mundo.
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