Un obispo, un clérigo y una mujer ‘volvieron a la vida’ con una reconstrucción digital de sus rostros, a partir de restos de la Edad Media.
Mientras un equipo de obreros trabajaban en el mantenimiento de una cripta medieval abandonada en Escocia, se tropezaron —literalmente— con una sorpresa. A sus pies, había tres ataúdes de piedra. Sin saberlo, encontraron una de las criptas más ricas en artículos, ornamentos y restos humanos del Medioevo en Gran Bretaña. Era 1957.
En las décadas siguientes, las tumbas de Whithorn fueron cuidadosamente excavadas por arqueólogos británicos. A partir del análisis de los huesos humanos, los investigadores sugirieron que se trataba de un obispo, un miembro del clero y una mujer común. Más de 60 años después, investigadores del Proyecto Cold Case Whithorn Priory reconstruyeron los rostros de estas personas de la Edad Media. Según el modelo en 3D, así se veían antiguamente.
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Después de que el grupo de obreros encontrara las tumbas de Whithorn, se cataologó al sitio como «cuna del cristianismo escocés«. Por ello, se realizó un estimado del año en el que las personas murieron. Inicialmente, los investigadores estimaron que el obispo falleció hacia el año 1235.
Whithorn Trust, la institución que se encarga de cuidar el sitio, asegura que ésta es la comunidad cristiana más antigua de Escocia. Las excavaciones revelaron que estas personas tenían una dieta basada en carne y pescado de buena calidad. Incluso, se sabe que el obispo tenía sobrepeso y estaba encorvado, por las deformaciones que presenta su esqueleto.
Más de 7 siglos después, es posible conocer sus rostros, a partir de los restos encontrados en las tumbas:
“Siempre es un desafío imaginar cómo era realmente la vida en la época medieval”, le dice a BBC News Julia Muir Watt, gerente de desarrollo del fideicomiso. “Estas reconstrucciones son una forma brillante de relacionarse con quiénes eran realmente estas personas de nuestro pasado, de su vida cotidiana, sus esperanzas y sus creencias”.
Por ello, los investigadores realizaron una serie de animaciones en las que se muestra, capa por capa, el rostro de estas personas de la Edad Media. Desde el cráneo, los músculos, los órganos, la piel y las posibles facciones que tuvieron, los artistas compartieron la evolución del trabajo desde sus redes sociales, como se muestra en la publicación de Instagram anterior.
El rostro más simétrico del Medioevo
El esqueleto de la mujer sigue en el anonimato. Aunque se desconoce su identidad original, los investigadores aseguran que es el rostro «más simétrico que jamás haya visto», documenta Smithsonian Magazine, «lo que sugiere que era extremadamente hermosa«.
Los arqueólogos de la Universidad de Bradford aseguran que falleció alrededor de la veintena. Seguramente era muy apreciada en al comunidad ya que, según explica el antropólogo craneofacial y artista forense Christoper Rynn, «fue enterrada en un lecho de conchas marinas cerca del altar mayor del priorato».
Aunque el proyecto se recibió con euforia, otros investigadores han sido críticos con las reconstrucciones en 3D. Más que nada, porque pueden ser engañosas, según las describió Stephanie Pappas paraLive Science: «Por ejemplo, los huesos no le dicen a los científicos nada sobre el tamaño de las orejas de una persona, cuántas arrugas tenía en la frente, si sonreía con frecuencia o si tenía el ceño fruncido habitualmente”.
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